EDITORIAL

Complicaciones en el Frente Progresista

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de sin mordaza

Se aseguraba que el Frente llegaría con una fórmula concensuada a las internas abiertas, pero el propio gobernador salió a reconocer que serán tres los competidores, aunque se olvidó de incluir al "Changui" Cáceres.

"Es bueno que el Frente Progresista tenga varios precandidatos. Esto significa que se está gestionando bien y que nosotros estamos cumpliendo con el programa que le presentamos a la población antes de ser gobierno. La interna abierta es una alternativa para solucionar el dilema de las distintas propuestas, aunque creemos que es mejor consensuar un candidato porque las internas dejan heridas. De todas formas, las internas no tienen que ser vistas como una maldad, hay tres postulantes: Antonio Bonfatti, Rubén Giustiniani y Mario Barletta", aseveró Binner. 

El sector de Giustiniani, que asegura que va hasta el final, lanzó la precandidatura de Miguel Zamarini a intendente de Rosario para dar una señal clara de sus intenciones. Esta inflexible posición molesta sobremanera a Hermes Binner, que quiere imponer a Antonio Bonfatti y lo debilita con la estrategia que tiene armada ante Mario Barletta. Los socialistas no son muchos en la provincia y dos ofertas electorales permiten que el radicalismo se asegure el triunfo. Mientras en Santa Fe se tejen alianzas para llegar al cierre de listas con el mayor respaldo, Binner cerró en París, durante la reunión de la Internacional Socialista, un preacuerdo con Alfonsín para asegurar su participar en la fórmula presidencial. Los allegados del gobernador aseguran que esa es la carta que tiene en la manga para imponerlo a Bonfatti. "Acompañamos de vice pero ponemos el gobernador de Santa Fe", aseveró un confidente de Hermes Binner. Esto podría haber sido así antes del fallecimiento de Néstor Kirchner porque existía la posibilidad de que en el ballotage, Alfonsín pudiera quedarse con la presidencia de la Nación y contener a los radicales santafesinos en su gabinete.

Hoy es casi imposible, la presidenta ha crecido en las encuestas, ha cambiado la forma de encarar los problemas y prepara una batería de acciones que tenderán a consolidar su imagen para ganar en primera vuelta.

Con este panorama, el radicalismo santafesino no quiere dejar escapar la única posibilidad que tiene para  llegar al sillón del Brigadier, porque en el 2015 podría volver Hermes Binner con su segundo mandato.

Antonio Bonfatti ya largó con el ministro Farías como intendente en Santa Fe y en Santo Tomé con Fabián Palo Oliver como referente. El intendente santotomesino está en una jugada muy riesgosa porque apuesta a que el candidato de Binner será el del consenso y sacará provecho de ser uno de los primeros en subirse al proyecto. De concretarse la interna, le será muy difícil ganarle al candidato de Mario Barletta ya que vivió muchos años en esa ciudad, lo conocen bien y además tiene mayor intención de votos.

Los dirigentes Boscarol, Barletta y Marcucci tratan de que el radicalismo se muestre unido respaldando una sola propuesta y tal vez la Convención de hoy le dé el apoyo para encarar con fuerza las elecciones primarias.

El sector del MAR es el más difícil de encarrilar, con la conducción de Santiago Mascheroni y dirigentes de la talla de Palo Oliver, Henn, Galdeano, Iparraguirre, etc, que coquetean con el socialismo por un consenso, aumentando su cotización interna. Hasta ahora recibieron la oferta radical de contar con cuatro diputados provinciales y un diputado nacional. Nada despreciable teniendo en cuenta la existencia de tantas líneas internas y partidos asociados en el Frente. En la fiesta de los 437 años de la ciudad de Santa Fe, el intendente de Avellaneda Orfilio Marcón me confió que será senador por el departamento General Obligado por el sector de Mario Barletta y que Federico Pezz sería uno de los representantes de los radicales en la lista de diputados nacionales. El sector denominado "Norte", que integran el actual senador de Las toscas junto a Rodrigo Borla y Felipe Michlig, tendría dos lugares en la lista de diputados provinciales por jugar con el intendente santafesino. Apuestan a quedarse con 14 bancas provinciales en el caso de ganar las elecciones.

Los radicales saben que no van a poder contar con ningún socialista de Rosario para dividir los votos en el mayor bastión del partido de la rosa, por eso están cerrando un interesante acuerdo con el ARI para que Carlos Comi sea el vice, Pablo Javkin el candidato a senador y sumado a la candidatura de Jorge Boasso para la intendencia, intentar obtener más de 130.000 votos para consolidar el triunfo en la provincia.

Los integrantes del PDP están nerviosos porque en cada vez ven más lejana la lista del consenso, donde apostaron a quedarse con los tres lugares que tienen hoy. De tener que participar con algún sector, las posibilidades de mantener los espacios logrados en el 2007 son casi imposibles. El SI de Alicia Gutiérrez y Antonio Riestra aspiran a dos lugares, al igual que el GEN de Mónica Peralta. Si deducimos que sobre los 28 obtenidos en caso de ganar el Frente, el socialismo sólo podría incorporar entre seis y ocho legisladores provinciales. Una pobre representación luego de conducir una provincia y una jugosa chequera.

El "Changui" Cáceres es la gran incógnita. Asegura que va a jugar sí o sí porque su objetivo no es una banca de diputado como piensan sus correligionarios, sino que pretende rearmar su espacio político que al final se verá coronado con dos o tres bancas.

Hace un mes atrás nadie suponía que en el Frente se complicara tanto la interna, al punto que puedan competir cuatro candidatos. Hoy es una realidad y si no se logra armonizar una estrategia que los contenga a todos para las generales, pueden repetirse algunos hechos de la historia reciente del radicalismo y terminar sin el pan y sin la torta.

Un PJ unido

Con los primos políticos, la situación parece revertirse. Venían para la atomización del partido con diez precandidatos a gobernador y divididos en dos propuestas electorales. Hoy se habla de ir todos juntos bajo el paragua del PJ. Esa fue la postura de Antonio Ciaurro en la clausura de la reunión del Consejo Ejecutivo con los precandidatos para definir la estrategia electoral que le llevarán al gobierno de Binner. Lo mismo repiten Juan Carlos Mercier y Ricardo Spinozzi en cada reportaje. En ese encuentro participaron los representantes de Agustín Rossi y Rafael Bielsa, que se los sindicaba como que podrían ir por afuera.

Lo curioso del acto era aclarar quién era el genuino vocero de Bielsa, ya que se lo adjudicaban los diputados de Maguid (Federico Reutemann y Silvia De Césaris) y Carlos Carlozzi, el referente del "Chueco" Mazzón en Santa Fe. El ex canciller aprovechó la ocasión para mandar un mensaje muy claro al partido con quien está trabajando. El designado fue Pablo Diber, amigo personal pero a la vez hombre de confianza de Gustavo Marconato.

Este hecho enojó a Alberto Maguid, que se consideraba el socio del proyecto, generando declaraciones de rupturas por la radio líder para después desensillar y recomponer con el candidato que había marcado los límites. El ex canciller ve que la política nacional terminará ayudándolo en su estrategia provincial y confía que muchos senadores reutemanistas terminarán sumados a su proyecto.

Por otro lado, Omar Perotti lucha incansablemente para ver si puede medir para encabezar un proyecto justicialista. De no lograrlo no quiere cargos legislativos ni provinciales ni nacionales, pero podría evaluar la propuesta de un cargo en el Ejecutivo Nacional.

En el Partido Justicialista sueñan con sumar al "Cachi" Martínez en un frente electoral para garantizar el triunfo. Por ahora el dirigente de 100% Santafesino sigue sumando peronistas disconformes y se prepara para dar batalla y convertirse en la tercera fuerza provincial. Bielsa lo quiere como vice o como candidato a intendente. El joven dirigente aseguró hace un tiempo atrás que si no participaban Reutemann y Obeid, podría evaluar su participación con el PJ. ¿Será el momento del diálogo o construirán caminos por separado?