domingo, 31 de julio de 2011

del columnista respetado por este portal mauricio maronna

| Por Mauricio Maronna / La Capital



Santa Fe, modelo para armar


Santa Fe quedó abierta como una flor naciente tras las elecciones de hace siete días. Pasado el temblor de los comicios, socialistas, radicales y peronistas comienzan a advertir que tendrán que barajar y dar de nuevo a la hora de delinear los pasos hacia futuro, con un panorama institucional en el que necesariamente tendrán que apelar al consenso y el sentido común.
El capítulo santafesino se convirtió en otro baldazo de agua fría para el gobierno nacional que, por un momento, debió enviar al freezer su leit motiv de campaña: "Las presidenciales ya están ganadas". Nada indica que los magros resultados cosechados por el kirchnerismo en Tierra del Fuego, Santa Fe y ciudad de Buenos Aires (además del lúgubre pronóstico que se posa sobre Córdoba) constituyan un preanuncio de la suerte de Cristina Fernández de Kirchner, pero sí abonan esos resultados la importancia creciente que tiene para el oficialismo la estratégica y definitoria provincia de Buenos Aires.
La inmensa mayoría de los santafesinos le dio la espalda al candidato de la Casa Rosada, Agustín Rossi, pero, como en un columpio que dificulta los análisis a futuro, confirmó al mismo tiempo y en muchos enclaves geográficos de la provincia a intendentes y presidentes comunales que en agosto y octubre estarán alineados con Balcarce 50.
Abriendo puertas. Es por eso que desde el gobierno nacional bajó ya no una orden sino un pedido casi de súplica a Omar Perotti y María Eugenia Bielsa, quienes vieron como nunca abiertas las puertas de la Quinta de Olivos: "El primer martes de agosto (pasado mañana) queremos a todos los intendentes acá". Por estas horas, no son pocos los muchachos peronistas que se mofan de la nueva realidad que amaneció en los pasillos del poder, como siempre urgido por la necesidad y no por la convicción.
El peronismo santafesino es hoy por hoy un kit de piezas desarmadas de Rasti, ese juego infantil imperecedero que obligaba a múltiples ejercicios de ingenio para convertirse en alguna construcción lúdica. Ha quedado como nueva estrella del firmamento justicialista la diputada provincial electa María Eugenia Bielsa, quien de entrada mostró una confirmación de su ya conocida libertad de movimientos: como primer hecho mediático decidió apoyar los reclamos del dirigente de Proyecto Sur Carlos Del Frade por una banca en la Legislatura. No eran pocos los peronistas que no salían de su asombro.
Lista sin dueño. Si bien el justicialismo queda como árbitro de la gobernabilidad institucional al manejar casi a voluntad las dos Cámaras legislativas santafesinas, convivirán en su interior todas las expresiones imaginadas. Cómo y quienes conducirán a ese colectivo es uno de los interrogantes mayúsculos.
El Frente Progresista vio el árbol de la victoria como primer mojón de la historia, pero ahora observa que el bosque presenta un espesor que lejos estuvo de lo esperado. Esta vez, el socialismo dependerá exclusivamente de sus socios para administrar el tablero que el voto popular dejó labrado. Por una vez, el radicalismo se convirtió en pieza necesaria e imprescindible para poder imaginar partidas con chances de victoria.
Buscando la novedad. Las razones de la extraordinaria performance del PRO mantiene desvelados a los líderes del Frente, aun cuando los interrogantes ya no tienen demasiada razón de ser. El voto a Miguel Del Sel puso en evidencia el rechazo de buena parte de los santafesinos a construcciones político-electorales demasiado cerradas, con poca innovación de referencias y figuras, pese a que el nuevo sistema electoral tiene en la boleta única una refrescante opción para que se renueven planteles y ofertas.
Algo nuevo están reclamando los santafesinos, más allá de las incorrectas lecturas cargadas de sociologismo precario y aderezado por un resultado electoral que tumbó las prevenciones sesgadas de determinadas capillas ideológicas. Se han desbrozado ya las interpretaciones intelectualizadas tipo Carta Abierta, que observan en cada paso en falso a sus intereses un comportamiento errado de la sociedad como una muestra de su levedad intrínseca. Esta mirada frívola, sesgada y con condimentos ciertamente intolerantes tiene como antítesis nada más ni nada menos que la realidad: han derrotado al "relato", al "modelo" dos protagonistas que se sitúan perfectamente en la otra vereda: Mauricio Macri y Del Sel.
Airear la casa. Si desde las construcciones políticas mayoritarias que se levantan en Santa Fe centran el análisis en esos mismos vectores que los de Carta Abierta el riesgo será mayúsculo. Socialistas, peronistas y radicales deberán esforzarse en airear la casa y no en clausurarla, como imán en el propósito de lograr que los que se fueron regresen al redil.
Los dueños de los votos. Los resultados de Santa Fe, ciudad de Buenos Aires y Córdoba constituirán una gigantografía con forma de interrogante: ¿en las presidenciales, en que puerto amarrarán los votos previamente destinados a Del Sel, Macri y José Manuel De la Sota? Hoy, cualquier juicio definitivo que se escriba sobre el derrotero de esos sufragios tendrá una pesada carga de imprevisibilidad. Como nunca antes, los comicios que se desarrollarán dentro de 15 días mantienen en la indiferencia a la mayor parte de la sociedad pese a que se trata de la antesala del recambio en lo más alto del poder.
Las nuevas realidades y las verdades escondidas van formateando un escenario político inédito antes de que todo se tiña de campaña electoral en el firmamento nacional. Una cuerda que los santafesinos vienen tocando desde el mismo inicio del 2011.

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