domingo, 27 de noviembre de 2011

La medida macrista sería “un acto de justicia” y la kirchnerista “un ajuste”, según sus posicionamientos editoriales

Subsidios, aumento de ABL y la doble vara de Clarín y La Nación

Publicado el 27 de Noviembre de 2011



Cómo sigue la guerra de los diarios hegemónicos contra el gobierno y el blindaje a su protegido porteño, Mauricio Macri. Roland Barthes, Umberto Eco y los diez mecanismo de manipulación discursiva que utilizan Magnetto, Mitre y Saguier.
Roland Barthes lo llamó el “olfato semiológico”. Umberto Eco, la capacidad de “captar un sentido allí donde todos estaríamos tentados de ver sólo hechos”. Se trata, en definitiva, de reconocer el mensaje encubierto, de captar qué nos quisieron decir a partir del cómo. Del encuadre, de lo que en Comunicación llamamos framing. Y de lo que ahora tenemos familiarizado como “deconstrucción de sentido”. Todo un esfuerzo necesario, a partir de un estado de sospecha del que no se puede claudicar como ciudadano de la sociedad de la información, para viajar al verdadero centro del planeta mediático: el sentido.
¿Qué mecanismos de manipulación discursiva se ponen en juego cuando un diario quiere ocultar su matriz ideológica en el formato “noticia”? Sumergirse en el universo de representación de Clarín y La Nación permite, por lo menos, una clasificación posible que se puede enumerar en diez mecanismos discursivos. Su uso permitió transformar en las últimas ediciones la quita de subsidios al agua, el gas y la luz en “un ajuste”, “una persecución y una arbitrariedad” y el aumento del ABL en la Ciudad de Buenos Aires en un “acto de justicia”. Un caso de doble vara muy evidente.

Mecanismo nº 1: “Usar formulaciones positivas, aunque la acción sea negativa”: así fue como Clarín tituló que “Macri impulsa el aumento del ABL” (edición del 30-08-11). Macri no impone, ni exige, ni presiona, ni determina, como el kirchnerismo, sino que “impulsa”, sinónimo de promueve o fomenta, es decir de acciones positivas que pretenden ser asociadas al aumento de un impuesto, por línea general, de rechazo popular.

Mecanismo nº 2: “Se trata de una causa de fuerza mayor, aunque en realidad sea una excusa.” Se resuelve dando un motivo ajeno al protagonista, por ejemplo, “la inflación”. “Por la inflación, Macri impulsa el aumento de ABL”, aseguró Clarín (edición del 30-08-11), su decisión es por una causa exógena, que está fuera de su alcance, que no puede modificar (de paso de la que se responsabiliza al gobierno nacional). Aquí hay que tener en cuenta que el mismo mecanismo puede plantearse al revés, veamos: los propietarios deben pagar “algo justo”, sostuvo el propio Macri (edición Clarín 30-08-11), según detalla el copete de la nota. Es decir, que se trata de un hecho de justicia, de equidad, que el propio Macri se ve obligado a reparar, el motivo ajeno en este caso también le exige cambiar la realidad y lo transforma casi en un héroe citadino y cotidiano que viene a protegernos de las injusticias, el pago de impuestos “desactualizados”.

Mecanismo nº 3: “Dar una garantía, fijando un tope, aunque sea falso”: “Subas de hasta 300%”, aseguró Clarín (edición del 24-11-11). “Para aumentar hasta 300%”, sostuvo La Nación (edición del 19-11-11). La lectura de ambas notas desmiente la información, ya que el diario de Héctor Magnetto sostiene que “en situaciones muy puntuales (será) hasta el 1000%” y el de Bartolomé Mitre y Fernán Saguier reconoce que “existen 1880 propiedades que pagan menos de 40 pesos por años y serán los más castigados por la actualización ya que pasarán a pagar el mínimo de 600 pesos”, es decir, un aumento del 1500% –nótese, además, el uso de actualización y no aumento o tarifazo o impuestazo–. Lo que demuestra que el “hasta 300%” es falso. Pero de eso se trata, de mentir, manipular, para seguir blindando, en este caso, a su esperanza neoliberal.

Mecanismo nº 4: “Oculte el dato preciso, a través de un promedio”. Si alguien pagaba 50 pesos y ahora pagará 100, tendrá un aumento del 100%; mientras que si otro pagaba 50 y ahora pagará 55, un aumento del 10%, no es lo mismo decir que el aumento promedia el 50%, de manera de que esta última cifra indique la mitad exacta y licúe el extremo, en este caso: 100. La fórmula repetida por la cadena hegemónica nacional fue “la suba del 66% en promedio” (La Nación, edición del 19-11-11) y “el alza promedio sería del 66%” (en potencial, de manera que no hay certeza, para Clarín, en su edición del 24-11-11). Sin embargo, si hay quienes pagarán un 10% de aumento y otros, 1500%, como indica la información real, el promedio no “sería” un 66%, la cuenta entonces surge de ocultar el extremo negativo 1500% y tomar el falso enunciado en el mecanismo anterior: 300 por ciento.

Mecanismo nº 5: “Vender gato por liebre”. La nota de Clarín del 24-11-11 sostiene que el “aumento recién se notaría desde marzo”, dato destacado en la edición, no porque el gobierno de la Ciudad haya planeado darle un tiempo a los ciudadanos, sino por una cuestión meramente burocrática “porque el gobierno no llegará a tiempo a corregir los montes antes de enviarlas”. Es decir que se busca disfrazar una inoperancia administrativa en un beneficio o contemplación positiva.

Mecanismo nº 6: “Legitimar la fuente oficial con la voz del diario.” Después de privilegiar las fuentes oficiales (Clarín, edición del 24-11-11) se las convalida con la propia voz del periodista. Así en la nota se cita una declaración de Álvaro González, del PRO: “Estamos actualizando un impuesto (…) y se podrá hacer inversiones” –entre paréntesis nótese que aquí además de actualizar, se presenta un objetivo probo, hacer inversiones, en el caso del gobierno nacional se trataría de “una maniobra” para “echar mano” a “la caja”–. Luego de la voz oficial, entonces, la voz del diario legitima: “Es cierto que el ABL quedó muy desactualizado respecto de otros impuestos.” Es decir, la voz oficial tiene razón, hay que actualizar, eufemismo bastante creativo de “aumentar”.

Mecanismo nº 7: “Dejar para el final las voces de la oposición y comprimirlas en un solo párrafo”: En la nota de Clarín (edición del 24-11-11), Diego Kravetz y Marcelo Parrilla aseguran que “debería ser paulatino” y “es un impuestazo a los vecinos”, pero para conocer sus opiniones habrá que llegar al 11º párrafo de 12, es decir al final. Por su puesto que la voz oficial ocupa el 7° párrafo.
Mecanismo nº 8: “Lo que reconozco para mi aliado, lo desconozco para mi enemigo”: En la nota citada con anterioridad, Clarín explicó: “A diferencia del año pasado, cuando la suba del ABL fue rechazada de plano, esta vez varios opositores tendrán una postura menos agresiva, considerando que Macri viene de obtener la reelección con un 65% de los votos en el balotaje”. No es así el caso de la presidenta Cristina Fernández, quien fue reelegida con el 54 % de los votos nacionales y se trata de un camino seguro hacia el autoritarismo, el totalitarismo, cesarismo o hitlerismo, de ninguna manera un condicionamiento por la vía de la comprensión lógica de la realidad circundante para la oposición.

Mecanismo nº 9: “El que opina último, opina mejor.” Al citar la opinión de los vecinos, en una edición destacada y fotográfica, como la mayoría está en contra, es necesario dejar los positivos para el final. Así, Clarín expuso (edición del 24-11-11) siete opiniones de vecinos, una al lado de la otra, como en un trencito opinativo, de las que cuatro son en contra (la mayoría), una dudosa y sólo dos a favor. Pero al acumular las opiniones desfavorables al principio y dejar la dudosa y las dos positivas al final, se logra el efecto inverso que plantea la información. La mayoría está en desacuerdo, pero al leer las dos positivas al final, persiste la sensación a favor como quien deja el mejor bocado para el final, de manera que persista su sabor durante el mayor tiempo posible. En la edición, el que pega último, pega mejor.

Mecanismo nº 10: “Ocultar la verdad en la edición”. Ni el título, ni el copete o la volante deberá contener la información desfavorable. Así las voces de la oposición, la realidad que vivirán quienes paguen el 1500% de aumento, no se destaca, sino que prolijamente se distribuye en el interior de la nota para que pase inadvertida. Se sabe que los tiempos de lectura son cada vez menores (se estiman entre uno y dos minutos por nota y sólo media hora por diario) de manera que la mayoría sólo hace un vuelo rasante por título y copete. Sacar de allí la información contraproducente es casi una garantía de sacarlo también de las mentes de los lectores.
A partir de estas diez reglas de manipulación, producto del relevamiento de la cobertura de Clarín y La Nación es posible que el aumento de ABL sea “una actualización”, “por la inflación”, que “Macri impulsa” para que se pague “algo que sea justo” (ediciones del 30-08-11/ 24-11-11/ 17-11-11/19-11-11), mientras que la quita de subsidios al agua, el gas y la luz, “una utilización demagógica y populista”, para “disimular errores”, “un discurso clasista”, “una vestimenta de Robin Hood”, “una dureza discursiva”, “una confrontación”, para “ricos que hoy hay que castigar”, “una persecución y arbitrariedad”, “una forma improvisada”, “de un modelo agotado”.
Queda en evidencia, una vez más, que los medios no sólo transmiten una ideología, sino que son una ideología. Arturo Jauretche dijo alguna vez que “no se trata de cambiar de collar, sino de dejar de ser perro”. En eso estamos. <

*Conductora del programa de análisis de medios Tinta Roja, Radio Nacional, de lunes a viernes, de 13 a 14 hs.

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