domingo, 27 de noviembre de 2011

Temblores del PJ santafesino

El año político en la provincia de Santa Fe, lejos de haber terminado, ingresa a las últimas semanas de 2011 con negociaciones a pleno por los cargos en las Cámaras legislativas y los Concejos municipales.




El año político en la provincia de Santa Fe, lejos de haber terminado, ingresa a las últimas semanas de 2011 con negociaciones a pleno por los cargos en las Cámaras legislativas y los Concejos municipales. Si se corre el telón, la ampliación del campo de batalla, muestra que el peronismo santafesino se encuentra en plena etapa deliberativa por el fin de una época que estuvo marcada por liderazgos claros que, hoy, empiezan a bifurcarse.
La crisis en el interior del PJ por la presidencia de la Cámara de Diputados, lejos por estas horas de encontrar una solución de máximo consenso, está estancada en la feroz pelea entre María Eugenia Bielsa y el sector que responde a Agustín Rossi, hoy aliado en esta compulsa con Alberto Maguid (titular de UPCN) y Oscar Cachi Martínez.
El rossismo suma 16 voluntades para imponer como presidente del cuerpo a Luis Rubeo y, desde esa vereda, confiaron ayer a La Capital, que esperan lograr más legisladores que se acerquen a la pretensión de máxima. "Al menos dos dirigentes —a los que hoy se vincula con el otro sector— no han mostrado señales claras", dicen. Este proteo de votos es lo que por estas horas hace descargar adrenalina en buena parte de la clase política santafesina, pese a que la sociedad no anclada en el día a día de los vaivenes poselectorales lejos está de prestar la mínima atención. Sin embargo, no es poco lo que se juega.


El tiempo y los votos




. Si apenas finalizada la tournée electoral pocos podían dudar de que Bielsa (al fin la candidata individualmente más votada en todas las categorías, incluso la de gobernador) iba a asumir el 11 de diciembre como titular de la Cámara baja, esas chances se han diluido si se recorre el espinel de legisladores electos.
Señuelos provenientes del truco grafican a la perfección el estado de las cosas, como narró a este diario un espectador neutral de los acontecimientos: "Rubeo hizo primera al reunir 16, María Eugenia ganó la segunda con el as de espada pero hay que ver qué tiene para la tercera". El as de espada que jugó Bielsa tiene que ver con la reunión mantenida el miércoles con la presidenta de la Nación. En otras circunstancias, el encuentro, la divulgación del mismo por la Presidencia y las fotos que retrataron el momento, hubieran servido como pruebas indisimulables de una toma de posición presidencial, pero hoy se modifican las circunstancias por el contexto de los episodios.
"Los que estamos en política sabemos que el kirchnerismo no es un movimiento que exprese sutilmente su deseo, su voluntad. La presidenta no se maneja por señales, cuando quiere algo lo ordena o lo manda a decir", se posicionan desde el rossismo para hacer su propia lectura de "la foto" en el despacho presidencial.
Bielsa cree que la instantánea es una prueba irreductible del deseo presidencial pero se resiste a aceptar que Cristina Fernández de Kirchner baje una orden que se interprete como "dejar a una niña en la puerta de la escuela primaria". Ella y su núcleo de pertenencia (legisladores vinculados a Omar Perotti, Jorge Obeid y las 62 Organizaciones, como Oscar Daniele) plantean el argumento del respeto a la voluntad popular, su mayor legitimidad de origen, aunque además el derrotero argumental también va por el sendero de las reuniones mantenidas en diversos lugares de la provincia.
La última jugada de Bielsa fue exponer a Agustín Rossi como el organizador de la jugada que por estas horas gana las primeras planas de los diarios, en otra decisión de ampliación del campo de batalla por parte de la ex vicegobernadora, que augura una astilla mayor en el peronismo que la discusión por la presidencia de la Cámara de Diputados.


El árbol y el bosque.




Y es aquí donde se debe analizar el conflicto en su real dimensión, más allá de árboles que impidan ver el bosque de interrogantes que empieza a recorrer al PJ santafesino. Tras el corrimiento de liderazgos históricos como los de Carlos Reutemann y Jorge Obeid, lo que aparece en discusión son los nuevos liderazgos y la nueva formatura del peronismo. Es en este módulo donde empieza a forjarse una unidad de desplazamiento entre Bielsa y Perotti (quienes ganaron sus elecciones a diputado provincial y nacional respectivamente) y Rossi, quien derrotó al intendente de Rafaela en las internas abiertas a gobernador. Más temprano que tarde esa será la gran pelea en el justicialismo.


Inclinando la balanza.




En este contexto de polémica peronista por la presidencia de Diputados, empiezan a tallar otras referencias, tal el caso de los 7 legisladores de Unión PRO. En el enclave que responde nacionalmente a Mauricio Macri y Eduardo Duhalde se decidió no votar la candidatura de Bielsa, hay algunas diferencias en torno a Rubeo, y no miran con malos ojos una postulación para presidir el cuerpo que venga del Frente Progresista. Aunque las miradas se centraron en el actual presidente de la Cámara baja, Eduardo Di Pollina, desde Unión PRO djeron a este diario que "podría ser un radical como Darío Boscarol. María Eugenia sólo tiene 12 de 38 votos". Curiosamente, Boscarol fue el legislador que abrió las posibilidades para que termine convirtiéndose en ley la ampliación del número de concejales en Rosario y en la ciudad de Santa Fe.
"La responsabilidad de que aparezca un presidente de la Cámara que no sea del peronismo será de Bielsa, no de nosotros que ya tenemos 16 legisladores", sostienen desde el campamento de Rubeo, apuntando a que siete de los legisladores electos que no votan a la arquitecta ingresarán a la Cámara por provenir de su lista: mencionan los casos de quienes están vinculados a Maguid y a Martínez.

   A pura rosca, reuniones y conteo de voluntades, la política santafesina (y el peronismo en particular) ingresa en un inesperado punto de ebullición

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