viernes, 28 de junio de 2013

Militantes 2.0: Pedro Robledo

En un año de elecciones, comenzamos a indagar entre las filas de los diferentes partidos políticos, cuáles son los jóvenes que están renovando la política desde adentro 
En un año de elecciones, comenzamos a indagar entre las filas de los diferentes partidos políticos, cuáles son los jóvenes que están renovando la política desde adentro
 

¿Cuándo te empezó a interesar la política? 
Fue en 2001. Yo tenía 9 años y trabajaba en el teatro El Nacional de Romay como actor y bailarín. El día del ensayo general, el 20 de diciembre, nos dicen que no saliéramos, que estaban destrozando el McDonald's de al lado. Cuando salí, me impactó, y entendía muy claro que la gente tenía hambre. "¿Quién va a venir al teatro?", decía. A la noche, cuando llegaba a casa, miraba a Majul y a Grondona y en un cuadernito dividido en dos columnas anotaba ideas de "izquierda" y "derecha".
Era chico, pensaba que Majul era la izquierda (risas).
 
¿Cómo era tu casa? 
Somos diez hermanos. Nunca nos fuimos de vacaciones en familia. Todos mis amigos de San Isidro se iban y yo me quedaba leyendo la Enciclopedia Británica, dirigiendo obras de teatro con mis hermanos, haciendo museos del Holocausto -un tema que siempre me traumó-, y las invitábamos a las amigas con plata de mi mamá y les cobrábamos diez pesos. Mi mamá es mucama. Y mi papá ahora trabaja como empleado de una veterinaria. En 2001 trabajaba en un banco, lo echaron, y teníamos la hipoteca de la casa en dólares.
No me olvido más la imagen de mi papá sacando el número de la puerta de mi casa para que no la encontraran y la remataran, yo sosteniéndole los números. Pasé de un colegio privado a uno público, que no era malo, pero para un chico de San Isidro eso era un golpe. Llegamos casi a pasar hambre, mi mamá inventó el "té-cena", porque no alcanzaba para hacer las dos comidas, pero ella se las arreglaba para que nos pareciera genial, como en La vida es bella. Después mi papá consiguió trabajo en una naviera, y hace dos años perdió el trabajo de nuevo, por culpa de Guillermo Moreno. Ahora, estamos mejor; todos trabajamos y ayudamos.
 
¿Cuándo fue la primera vez que hiciste política? 
Cuando había que elegir al delegado de "la combi de Giovanna", que iba a decidir quién se sentaba del lado de la ventana en verano. Como se suponía que yo era un cheto de San Isidro, nadie me iba a votar. Pero me lo propuse. Iba a la oficina de mi hermana a imprimir "Vote a Pedro Robledo para que maneje la combi". Todos me decían "no vas a ganar". Gané. Y dije: "Mirá qué bien". Y después gané como delegado en séptimo y octavo. No era la militancia de una escuela pública, pero defendía los intereses de mi clase.  
En un año de elecciones, comenzamos a indagar entre las filas de los diferentes partidos políticos, cuáles son los jóvenes que están renovando la política desde adentro
 

¿Y cómo llegás al Pro? 
Un día vi a Mauricio (Macri) y a María Eugenia (Vidal) inaugurando un centro de estimulación temprana en una villa y sentí que alguien estaba pensando a largo plazo. Me puse a investigar qué era el Pro. Empecé a ayudar con el Pro a la Comuna 13. Un día en la casa de una amiga conocí a Guillermo Montenegro y fui a un congreso del Pro en Luján. Después le mandé un mail, pero nada. Así que me anoté para trabajar de mozo en el catering de la inauguración del Colón para hablarle. Y así fue: sirviendo Coca-Cola le dije que quería trabajar en el partido y empecé en la Dirección General de Infracciones.  
Si hoy fueras presidente, ¿cuáles serían tus tres prioridades para la Argentina? 
El hambre, la educación primaria y la trata de personas.  
¿Qué temas no están planteados en la agenda política y quisieras que estén? 
Primero, infraestructura: energía, rutas, puertos, pasos fronterizos. Segundo, seguridad. Y creo que no está en la agenda política la agenda de la gente. Los jóvenes defienden banderas que no entienden. La agenda de los jóvenes no es el Consejo de la Magistratura o el blanqueo de capitales, sino el trabajo en negro o que no pueden acceder a la Universidad, porque cuesta caro estudiar.  
¿Quiénes son tus referentes políticos? 
Mauricio Macri. Es una persona muy tranquila. Cuando estuve con él me habló de la soberbia, del ego, de no pensar que todo el poder pasa por uno.
Yo cada vez que lo veo me emociono. Es un político que cuando se equivoca rectifica los errores. Por ejemplo, con el subte. O cuando fue lo del Borda, que puso a todo su gabinete a dar una conferencia de prensa. Y me gusta María Eugenia Vidal, lo trabajadora que es. Y me gusta Facundo Moyano, un actor nuevo de la política, instruido, que no se deja prejuzgar por su apellido, que no es "el hijo de". Y me gusta que dentro del kirchnerismo pueda criticar o votar en contra de algunas cosas. Tiene unos huevos increíbles. De afuera me gusta Nelson Mandela porque representa muchas de las cosas que yo creo, como la tolerancia y el diálogo. A Obama lo amo, estoy enamorado de él (risas). Me gusta mucho Dilma Rousseff (presidenta del Brasil): me parece que haber hecho el juicio político más grande de América latina es zarpado.
 
En un año de elecciones, comenzamos a indagar entre las filas de los diferentes partidos políticos, cuáles son los jóvenes que están renovando la política desde adentro
 

¿Y quiénes le hacen mal a la política? 
Cristina Kirchner. Porque no entiende el concepto de República. No se puede gobernar bien pensando que el de enfrente es un enemigo. La única forma en la que vamos a salir adelante en este país es cuando los kirchneristas se puedan criticar a ellos mismos. Porque no se pueden reinventar si piensan que todo lo que hacen está bien y todo es una lucha o una guerra. Piensa, como muchos líderes latinoamericanos, que todo es una conspiración de la CIA y de las corporaciones para destruir la libertad de la gente. Me voy a jugar: De Narváez también me parece patético: cambia del peronismo al radicalismo, no asiste al Congreso. Boudou me parece un insulto a la política. A Moreno habría que echarlo directamente del Gobierno por decirle a la gente que se meta las cacerolas en el culo. Y no me gusta Victoria Donda, no propone nada y usa lo de "la política que me gusta" con una foto de ella para generar un doble mensaje, pero en realidad no dice nada.  
¿Trabajás, estudiás, militás? ¿Cuánto de cada cosa en tu vida? 
Estudio en el colectivo. Trabajo todo el día. La política es 24/7, incluidos los fines de semana. Cuando lo veo a mi novio lo primero que hago es apagar el teléfono.  
¿Qué medios leés o ves? 
Cuando abro el iPad: Página/12 y La Nación. Y en el subte La Razón y Tiempo Argentino. Miro C5N, TN, 678 y Lanata. Me gusta mucho Canal Encuentro, la calidad de los programas. Y miro la Deutsche Welle, porque estoy aprendiendo alemán. No miro series norteamericanas, no me atraen. Y me gusta mucho Palabras más, palabras menos (con Tenembaum y Zlotogwiazda).
Y me encanta Tiene la palabra, ¡quiero que me inviten!
 
¿Qué lugar ocupa la familia y la pareja en tu vida política? 
Mi novio prefiere mantenerse al margen. Y como vivo con mi familia, ahora más que nunca, con tanto barullo en la cabeza, llegar a mi casa y que mi mamá me rete un poco, me diga "hacé tal cosa", me hace bien.  
En un año de elecciones, comenzamos a indagar entre las filas de los diferentes partidos políticos, cuáles son los jóvenes que están renovando la política desde adentro
Perfil
A Pedro Robledo lo conocimos cuando, en marzo de este año, salió con la nariz rota en la tele después de que le pegaran en una fiesta por ser gay. Empezó a recorrer los programas contando la historia de esa noche violenta, y pasó de ser "el chico discriminado" a una voz joven del Pro, respetado hasta por los militantes de La Cámpora y por Cristina Kirchner, que lo recibió y luego contó por Twitter el encuentro. Cara a cara, "Piter" -como le dicen en los pasillos de la Fundación Pensar-, es de esa gente que además de hablar, te pregunta, quiere saber qué pensás. "Es la edad, tiene 21 años", pensás primero, para explicar su no-casete cuando te cuenta las cosas, cuando no le molesta ni la pregunta más incómoda. Después te das cuenta de que no es sólo la edad: es inquieto, gesticula, se indigna, se ríe, camina por la habitación mientras te habla porque no se puede quedar sentado. Le tiro una pregunta difícil: ¿Qué pensás del aborto vos que tenés una familia muy católica? "Frente a mi casa hay una clínica clandestina de abortos. Mi mamá los denunció. Pero yo vi salir de la clínica a una chica y morir. Creo que la mujer es dueña de su cuerpo, pero también que lleva dentro otra vida. Estoy en contra de que muera la chica que se hace el aborto, pero también de que muera el bebé. La duda es si cuando uno gobierna puede tener en la cabeza los pensamientos que uno tiene cuando se va a dormir. Es una lucha de concepciones. Es un crimen que muera lo que para mí es un bebé, pero también es un crimen que no haya campañas de educación sexual y prevención", dice Pedro. Desde que se hizo conocido, Pedro aceptó hablar con otros espacios políticos. Se reunió con "el Cuervo" Larroque, dirigente de La Cámpora, con quien se sigue juntando a comer todos los jueves. Pero también critica: "En 678 me querían encasillar, decir que como yo soy del Pro no puedo pensar distinto. Eso es lo que le pasa a La Cámpora. No me gusta que me corran por izquierda, ni que me chicaneen con que estoy con la dictadura porque es mentira. Si jugamos a eso, entonces hagamos lo de Lanata: nos ponemos a preguntarle a Alicia Kirchner o a todos los kirchneristas qué estaban haciendo durante la dictadura. Pero a mí eso no me va".

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