lunes, 26 de agosto de 2013

mazzon el gran perdedor

SIETE DIAS EN LA CIUDAD

La vista puesta en octubre

El sábado, el peronismo santafesino decidió redoblar su apuesta para garantizar "unidad, organización y militancia" de cara a la trascendente elección de octubre. La autocrítica quedará para después. La elección de Del Sel interpela a los dirigentes, al tiempo que los impulsa a ofrecer lo que los votantes parecen pedir: pocas propuestas serias y mucho fuego de artificio.
 

 Por Leo Ricciardino
La teoría del ministro Agustín Rossi parece haber sido la aceptada por el peronismo santafesino de cara a octubre: No hay lugar para la autocrítica cuando se viene una elección trascendente. A lo sumo, corregir algunos errores sobre la marcha pero sobre todo "unidad, organización y militancia". Así lo planteó también Jorge Obeid que encabeza la lista de diputados que le dio la peor performance electoral al peronismo en los últimos años en la provincia. Una nómina de postulantes que perdió en los 19 departamentos santafesinos.
El sábado en Santa Fe estuvieron todos. No faltó ninguna porción del atomizado peronismo provincial. Nadie quiere que lo anden señalando por ahí por ser el que le sacó el cuerpo a una campaña difícil. Eso sí -y es todo un mensaje-, casi la única esperanza que le queda al PJ en las urnas no asistió. La arquitecta María Eugenia Bielsa avisó que no jugaba en esta elección y eso parece incluir el apoyo a los candidatos.
Los únicos sonrientes parecían ser Héctor Cavallero, que como socialista le pudo ofrendar una nueva buena cosecha de votos en Rosario, y Juan Carlos "Chueco" Mazzón, el eterno operador presidencial al que no le salió una en este territorio en los últimos años, pero que sin embargo conserva un misterioso prestigio entre los dirigentes del peronismo.
Con todo, la convocatoria de Obeid fue un éxito y si hubo pases fuertes de facturas, éstos no trascendieron. Al contrario lo que se transmitió hacia fuera fue puro optimismo y apelación a la más honda tradición peronista. Un par de apotegmas desempolvados a tiempo siempre vienen bien para recordarles a todos de dónde se viene y, sobre todo, que el peronismo nunca debe acostumbrarse a las derrotas. Eso no figura en su esencia.
El peronismo santafesino atraviesa una crisis tal que anticipó en mucho a la del kirchnerismo a nivel nacional. Aquí no se trata de los que empiezan a acomodar el cuerpo seducidos por los cantos de sirena de Sergio Massa; sino de los que nunca estuvieron del todo enrolados con el proyecto nacional.
Una de las mejores reflexiones sobre el particular pertenece a Fernando "Chino" Rosúa, candidato a concejal del Movimiento Evita que hizo una mala elección en Rosario, de la que se hizo cargo públicamente y sin descargar culpas sobre terceros. "Cómo estarán las cosas que los dos últimos presidentes del Partido Justicialista de Santa Fe se pasaron al PRO", dijo en referencia a Norberto Nicotra y Ricardo Spinozzi. Y es absolutamente real, lo que hay que decir también es que recién en 2011 cuando el proyecto nacional que inauguraron Néstor y Cristina Kirchner se acercaba a los 10 años; el Partido Justicialista de Santa Fe logró una conducción partidaria que se encuadrara medianamente al modelo nacional. No antes. Allí se fue desgranando el PJ santafesino, porque nunca se decidió abiertamente a enfrentar lo que representó Carlos Reutemann que al final se decidió sólo a abandonar la pelea contra el kirchnerismo, al que nunca adhirió ni entendió.
Más allá del optimismo extremo de Mazzón que le dijo a los periodistas "en octubre vamos a ganar en Santa Fe"; la idea de la lista que encabeza Obeid es recuperar votos. Sabe que la tarea es difícil pero también sabe que es una nómina que ya está jugada: Es difícil que le vaya peor. Por eso se armó un comité de campaña, para coordinar mejor algunas acciones. Entre ellas deberían plantearse seriamente hacer campaña fuerte en Rosario, donde antes de las PASO el propio Obeid apenas si concedió un par de entrevistas en los medios locales. También cosas básicas como mejorar la foto del propio Obeid en los afiches, que está en mala posición, pésimamente recortado al lado de una gran cabeza de la presidenta de la Nación. La primera resolución del Frente para la Victoria, más allá de lo político, debería ser despedir de inmediato sus publicistas.
El interrogante Del Sel
El vicegobernador de Santa Fe Jorge Henn puso en análisis este fin de semana el escenario electoral de la provincia. Por qué un hombre que viene desde afuera de la política, con un discurso claramente antipolítica cosecha semejante cantidad de votos por segunda vez. "Los votos a Del Sel interrogan siempre a la política", plateó Henn con mucho tino.
Ya parece no alcanzar aquel razonamiento de que son los votos que fugaron del peronismo los que alimentan a Del Sel. Como dijo Rossi, habría que ir pensando en que esos votos que se fueron por segunda vez ya no pertenecen al peronismo santafesino. En Rosario, los votos del PRO que no para de crecer, parecen ser una sangría del socialismo más que del peronismo, por ejemplo. ¿Qué es lo que pasa? Para algunos es sencillo: Hay más gente que se siente más cómoda votando directamente opciones más cercanas a la derecha.
Eso se ve claramente en el tema seguridad. Nadie en este país, ni esta provincia, ni en esta ciudad quieren escuchar las razones de la inseguridad, los motivos de la marginalidad y las soluciones a largo plazo. Lo que la gente parece querer saber es cuántos patrulleros hay, cuántos uniformados y qué cantidad de cámaras de vigilancia. Ahí es donde ganó Massa en la provincia de Buenos Aires. Mostrando y diciendo lo que la gente quiere. Y el kirchnerismo parece convalidarlo al lanzar un nuevo Consejo de Seguridad Federal. En el tema, como en muchos otros, ya no importa demasiado la verdad que nadie quiere oir. Ni siquiera entender que no hay métodos mágicos. No importa, la mayoría está dispuesta a comprar y, por supuesto, la dirigencia política -aún la más seria- está dispuesta a vender para sobrevivir. Aún sobre sus propias convicciones.
Si al candidato vaciado de contenido, de amplio despliegue demagógico y escasos proyectos le va bien; adónde van a poner sus principales esfuerzos aquellos candidatos que quieran cosechar algo de éxito. Sean del oficialismo o de la oposición. Es claro que la sociedad tiene, como siempre, su cuota de responsabilidad.

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